lunes, 19 de diciembre de 2016

La Fachada Democrática




Por: Rafael J. Soto Rivera, M.S.


Hoy más allá de criticar, el deber innegable que tenemos es educar. La isla de Puerto Rico, un paraíso en el medio del Atlántico, posesión norteamericana, territorio no incorporado o colonia del imperio; o como quieran llamarlo, vive unos de los momentos más cruciales de toda su historia. Hay una realidad, el país vive un colapso que apenas comienza y no se vislumbra una salida próspera; al contrario se proyectan tiempos oscuros y de austeridad. Recuerde bien esa palabra, austeridad. Según el Diccionario de la Real Academia Española, la palabra austeridad, un derivado de la palabra austero; que significa, sobrio, morigerado, sin excesos, será muy pronto nuestro pan de cada día, diciendo “pan” con todo el sarcasmo que lo merece . En días recientes, los rotativos del país han evocado mucho esta palabra, diría más de lo común. Para la Junta de Control Fiscal (JCF), ente federal con calidad supra-gubernamental, o sea su poder está situado por encima del gobierno local estatal; para ellos esta palabra la han hecho parte de su canon y la predican como un suceso apocalíptico.

Quiero citar un fragmento del pensamiento del Premio Nobel de Literatura, José Saramago donde expone algo muy interesante en enero de 1999, época donde la República Argentina vivía un impago muy similar al del gobierno de Puerto Rico.

"Hoy el verdadero poder es otra cosa. Es financiero y económico. Cada vez los gobiernos se convierten en simples delegados, agentes que cumplen los mandatos de sus superiores. Más que un gobierno por el pueblo y para el pueblo, nos enfrentamos a algo que podríamos llamar la fachada democrática. ¿Para que elegir dirigentes políticos sí los financistas tienen todo el poder?"

Este fragmento de hace unos casi 18 años atrás nos toca de cerca más que nunca. La Junta de Control Fiscal (JCF), creada bajo la Ley PROMESA, está personificada en ese fragmento del noble escritor, donde el verdadero poder es financiero y económico. Más claro no puede estar expresado, la Junta viene a facilitar ese poder, a recortar donde haya que recortar, quitar lo que haya que quitar, solo con el propósito de servir el mandato de sus superiores, en realidad no el mandato del pueblo: la democracia. Durante más de 60 años, vivimos una fachada, donde creíamos por fe, que las personas que elegíamos que nos representaran, velarían por nuestros derechos y deberes como ciudadanos de nuestro terruño. Aquel sueño que nos vendieron, de Pan, Tierra y Libertad se desvaneció y hoy nos quedamos sin Pan, sin nuestra Tierra y nunca hemos visto la Libertad. Hoy, finales de 2016, ya no hay una fachada ni nadie que nos represente, solo vivir muchos años de austeridad y ver si al final de esto vemos la luz hacia un nuevo comienzo que nos traiga, eso que algún día nos quitaron.   




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