lunes, 5 de diciembre de 2016

Ricardo Rosselló Y Sus Retos

      






Ya las elecciones pasaron, el jolgorio ha terminado. Un nuevo gobernador ha sido electo, con la esperanza de sus seguidores de que haga lucir bien a su colectividad. ¡Apellido tiene! dicen muchos: Ricardo Rosselló Nevares, hijo del amado y odiados por muchos Pedro Rosselló quien gobernó a Puerto Rico por dos cuatrienios. Recordado por eventos como la venta de la telefónica y la construcción del tren urbano.


Ricardo Antonio Rosselló Nevares nació el 7 de marzo de 1979. Este joven neurocientífico tiene un inmenso reto; gobernar a Puerto Rico en unos de sus peores momentos en la historia.


Al anochecer del 8 de noviembre de 2016 la muchedumbre progresista se aglomeraba frente al comité del partido nuevo progresista (PNP) y en grito de júbilo llamaban a su nuevo salvador, su nuevo mesías. Su campaña fue basada en la promesa divina de traer la tan anhelada anexión con los Estados Unidos de Norte América. Sí, la gran nación; la atalaya y el never land de los estadistas de nuestro país.


Estas elecciones fueron algo atípicas, donde el ganador en realidad es el perdedor. Los dos partidos comunes fueron derrotados por los números. Rosselló obtuvo 655,626 votos, para un 41.76% (44, 670) más que su contrincante popular David Bernier que obtuvo 610,956 que equivale a un 39.82% de los votantes. Las grandes sorpresas de esta contienda la candidata independiente Alexandra Lúgaro que obtuvo 174,529 (11.11%) el candidato independiente Manuel Cidre que sacó 89,890 (5.73%) ellos fueron los verdaderos ganadores. Lograron desinflar partes del PPD y el PNP, llevando un mensaje destructivo a la partidocracia. Soplando vientos de cambio y despertando esperanza en los jóvenes y mayores que creen en un cambio.


Rosselló y Bernier sacaron los menores porcentajes de votos en la historia de sus partidos. Ricardo tiene que lidiar que su victoria fue la más vaga en la historia del PNP. La mayoría de los electores están en desacuerdo con él ya que un 58.24% voto por otras opciones. Aquí uno de sus primeros retos: “llevar el mensaje de que hay que llevar el mensaje”, exclamó Ricky en uno de sus mensajes políticos. Ricardo debe llevar un mensaje de convencimiento y de unión al pueblo, debe entender que tiene la tarea de asumir un liderato para todos los puertorriqueños. Ya el mensaje fue enviado, la gran mayoría queremos un gobernante de calidad y no un lacayo de su colectividad.


Muchos países BIEN FORJADOS, no forjados si no BIEN, tienen un sistema de educación sólido. Otro reto que tiene Antonio es fortalecer el sistema educativo de nuestro archipiélago. El departamento lleno de intereses particulares para llenar los bolsillos de los panas y plagado de reformas educativas a medias para lucrar a los mismos. En los últimos cincuenta años la educación en Puerto Rico ha mejorado muy poco dejando a la intemperie la solución a muchos de nuestros problemas y dejan al vacío el conocimiento humano. Un ciudadano bien educado es una herramienta para nuestro país, pero también un arma contra los políticos de pacotillas y sus amiguitos; por tal motivo no les conviene ofrecernos un sistema educativo de alta calidad. Nuestro gobernador electo tiene una oportunidad de demostrar buenos intereses, a través de la educación colocando como pilar sobre su escritorio mejorar el departamento.


Hay una abominable y enorme bestia que consume al gobierno desde sus entrañas, “LA DEUDA” de unos 73,000 millones de dólares. Esta cifra duplica la deuda de Nueva York que asciende a 29,000 millones. Nueva York es el estado más afectado económicamente de la nación americana y cabe señalar que este estado posee cinco veces la población de Puerto Rico.  Desde el año 2000 la deuda de Borinquen ha subido un 60% la población de la isla ha disminuido grandemente y también envejece; agregamos la degradación de los bonos a chatarra y el bonito fallo de un juez federal de no permitir que algunas agencias públicas puedan restructurar su deuda. Todo esto lleva a una profecía llamada “IMPAGO” en los próximos años.

El reto que más le emociona a Ricky es la bella y blanca estadidad. Ese sería su gran logro, convertir el país en algo. Sí, ya basta de ser algo que debió ser pero que nunca fué. Pero tiene que lidiar con súper white, ese fino caballero llamado Donald Trump. Ese “carismático” señor de cabellera dorada que “ama tanto a los latinos” que será el jefe y comandante de la tierra de la libertad.

No podemos olvidar la santísima y toda poderosa junta de control fiscal. Los representantes de Dios en esta olvidada tierra. Estas deidades vienen a poner en orden los asuntos monetarios de la isla. Muchos isleños comentan que estos seres vienen sin pena a cobrar lo que se le debe a los bonistas, pero también, tienen fe en Antonito, de que tenga una buena comunicación con estos entes sagrados para que así el cantazo sea menor. Así que nuestro gobernador tiene varios retos pero el reto mayor es, el trabajar por el bien colectivo de los ciudadanos de Puerto Rico.

Esta historia continuará…

  




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